Clúster Frutícola

Araucanía Frutícola:
Apostando a la articulación del sector.
(Flor Passalacqua, Francisco Suter)

Es un hecho. A medida que avanzamos por el camino de la tecnología y, por ende, de la globalización, debemos asimilar nuevos vocablos que encierran, a su vez, nuevos conceptos que necesariamente debemos incorporar a nuestro lenguaje, para entender y darnos a entender, especialmente en el mundo de la producción y el comercio.
Clusterización

Cluster y clusterización son un buen ejemplo, entendiendo, van ligados a la priorización estratégica de aglomerados de empresas de un rubro determinado, que tiene como finalidad focalizar correctamente los recursos destinados a la innovación y generación de capacidades en capital humano, empresarial y científico. Entre otros factores, ello permitirá a nuestro país mantener tasas de desarrollo favorables.
Tras un análisis consensuado de los diversos actores sociales y productivos, se priorizaron tres sectores de alta incidencia. En una primera etapa, La Araucanía apostará sus fichas al fomento de la industria agroalimentaria ( granos), el turismo y la fruticultura.
Araucanía Frutícola, entorno y conformación
En general, Chile se ha caracterizado por basar su desarrollo y crecimiento económico en la explotación de los recursos naturales, sin tener una estrategia de incorporación de valor agregado en muchos de nuestros principales productos exportados.
Como una manera de revertir esta situación, se trabaja en el desarrollo de una “Estrategia Nacional de Innovación”, priorizando algunos sectores productivos en los cuales se concentrará el esfuerzo innovador para mejorar la competitividad del país.”
Agencias Regionales de Desarrollo Productivo
En esta mirada modernizadora juega un rol central las Agencias de Desarrollo Productivo y sus Consejos Estratégicos. En su rol articulador de actores privados, académicos y públicos, las Agencias son llamadas a constituirse en actores activos en el proceso de descentralización y generación de capacidades de desarrollo productivo, en y desde las regiones.
Cluster Frutícola
Este cluster no solo fue el primero en constituir su Comité Gestor y la Gerencia del programa. También, destaca la participación de más de 30 empresas privadas en el diseño del programa junto a representantes del sector público.
El Comité Gestor de Araucanía Frutícola, que constituye el directorio y la entidad resolutiva del programa, está integrado por once representantes del sector privado y tres del sector público. A su vez la Gerencia “tiene como desafío el constituirse en un articulador esencial de la gestión del programa, contribuyendo a la superación de las brechas o deficiencias identificadas, que limiten la competitividad de la fruticultura en nuestra región.”
Acortando las brechas
Entre las líneas estratégicas de acción para abordar estas brechas se contempla la promoción y acceso a mercados, integración y fortalecimiento del cluster, desarrollo de capital humano, acceso a tecnología, infraestructura y conectividad, y capital social, a su vez, cada una de estas líneas incluyen iniciativas y acciones concretas, que son financiadas por alguno de los organismos e instrumentos de fomento nacional y regional, como INDAP, CORFO, CNR, FOSIS, SENCE, GORE, FIA, entre otras.
Algunos ejemplos de iniciativas que se están abordando o se abordarán son: desarrollo de técnicas de cultivo orgánico para arándanos, plan de fomento para pequeños productores e integración de los mismos a la cadena productiva, fortalecimiento de las capacidades de investigación y transferencia tecnológica, formación y operación de una gobernanza público-privada del cluster, entre otras.
De cifras y mercados
Si bien es cierto que en relación a otras regiones del norte del país la superficie plantada con frutales en la Araucanía (12.300 has, 4 % de la superficie nacional) aparece como poco relevante, la tendencia de los últimos años pone de manifiesto una realidad cambiante al respecto. Según el catastro frutícola de CIREN-CORFO realizado el año 2006, entre el período 2000-2006 el nogal experimentó un incremento en su superficie plantada en la región superior al 500 %, el cerezo superó el 180 % y el manzano llegó a un 70 %. Mayor aún son las cifras de incremento porcentual observadas en avellano europeo y arándano . En el año 2006 el valor de la exportaciones frutícolas regionales alcanzaron un valor de $ 8 mil 760 millones. La proyección para el año 2014 es de $ 55 mil 950 millones. En concreto, entre los años 2007 y 2008 los valores de la exportación (U$ FOB) de manzanos y arándanos experimentaron un alza de 93 y 76 %, respectivamente. De esta forma el valor de la producción frutícola regional está impactando de manera muy positiva en el desarrollo regional, pasando a constituir una importante fuente de trabajo en ciertas localidades.
¿Y en que aguas estamos nadando? ¿Cómo están evolucionando los mercados de destino? ¿En qué debemos poner atención para evitar el efecto “boom”, tan conocido ya en nuestro medio, cómo fomentamos desarrollo sustentable en la fruticultura? Desde un punto de vista global, el consumo de fruta en el mundo ha experimentado un alza constante en prácticamente todos los rincones de la tierra. “Tirando del carro”, otra vez, está China, país en el que el consumo de fruta ha aumentado en más de un 800 % en las últimas cuatro décadas. Sin embargo ,este aumento no deja indiferente a mercados más conocidos por Chile como el de los Estados Unidos de Norteamérica y el de Europa, donde en el mismo período el consumo de fruta aumentó en un 23 % y 27 %, respectivamente.
A pesar de estos significativos incrementos y para que nos hagamos una idea del potencial que existe, el consumo en USA sigue siendo la mitad de lo recomendado en una dieta balanceada. Pero este potencial hay que desarrollarlo y esto no es sencillo, ya que en general las exigencias de los consumidores son cada vez más altas. Las señales en los mercados más desarrollados nos dejan entre ver que en general la población se preocupa cada vez más de alimentarse en forma balanceada, siendo la fruta fresca y sus derivados cada vez mejor valorados en este sentido. Un ejemplo bastante tematizado es el contenido de antioxidantes de la fruta y sus beneficios indiscutidos para la salud humana. ¿Pero, en qué sentido han cambiado nuestros mercados de destino? El aumento explosivo que en el pasado experimentó el consumo de comida rápida experimenta ya desde hace algún tiempo contra-tendencias, como la “comida lenta” (slow food), que entre otras cosas resalta el valor de las tradiciones, de lo local, de lo simple. La producción agrícola masiva, apoyada por un gran desarrollo de paquetes tecnológicos, que permitió un aumento explosivo de los rendimientos y por ende de la producción de alimentos en general, domina vastas superficies agrícolas en el mundo y es también responsable de grandes problemas ecológicos , cuyo costo no fue incorporado a los costos de producción, también experimenta tendencias alternativas, como la producción integrada y la orgánica, que persiguen un desarrollo armónico entre rendimiento, rentabilidad económica, sustentabilidad ambiental y social.
A esto se agregan otras discusiones actuales, tal como la “huella de carbono” de los productos, es decir la cantidad de gases de efecto invernadero que se emiten al producir un determinado producto. A nivel internacional hay quienes sostienen que a ese delta debería agregarse la emisión provocada por el traslado de las exportaciones desde el punto de origen al de destino, influyendo negativamente en los costos de producción. A su vez, el desarrollo de la agricultura industrial, caracterizada por una desvinculación y anonimato entre los actores de la cadena de valor de los productos (trabajadores, consumidores, empresarios e inversionistas), experimenta también alternativas de desarrollo, como el “comercio justo” (fair trade) que se enfoca en desarrollar, tal como el nombre lo indica, un comercio más justo y transparente, en el que los consumidores están dispuestos a pagar un mejor precio, siempre que todos los integrantes de la cadena de valor reciban ingresos justos.
En este ambiente de cambio de paradigmas y nuevas tendencias, tanto en la producción frutícola como en la administración pública e intervención de los privados en el desarrollo de nuestro país, La Araucanía busca posicionarse con una identidad propia y diferente.
El desafío es complejo, los actores diversos, las voluntades son grandes, existen recursos limitados, se quiere integrar a todos los interesados, grandes y pequeños, sólo falta que Araucanía Frutícola se gane una posición de articulador y facilitador entre los actores involucrados.
Al final y para recordar el rumbo, nos quedamos con la visión de la fruticultura de la región, explicitada por el grupo de trabajo privado-público que diseñó este programa: “La fruticultura exportadora de La Araucanía se encuentra consolidada como un actor competitivo a nivel global, diferenciándose por la calidad e imagen distintiva de sus productos, a través de la articulación de los distintos actores de la cadena productiva”.

Fuente del gráfico: ODEPA
Así opinan los productores frutícolas
Nancy Drapela
Para esta dirigente del sector frutícola, productora de distintas variedades de manzanas y frutales menores, que exporta a Europa a través de Frusan, contar con Araucanía Frutícola es un logro muy importante para la región.
De hecho, resalta dos hitos de gran incidencia: programar adecuadamente los cultivos, a partir de los cambios climáticos, más fácil a través del trabajo asociativo y, en segundo lugar, crear condiciones ciertas para que productores de la Agricultura Familiar Campesina accedan a instrumentos de fomento, que les permitan transformarse en pequeños empresarios, incorporándose a la cadena productiva.
Asimismo, destacó el rol que le cabrá en este proceso al gerente del Programa, toda vez, que su gestión agilizará las acciones programadas.
Carlos Klein
La Araucanía tiene condiciones de suelo, clima, infraestructura y comunicaciones las que, junto con gente emprendedora y capaz, pueden cambiar en el corto plazo la actual imagen forestal-cerealera-ganadera por una de carácter frutícola de productos de calidad para mercados externos. Si bien las 12 mil ha plantadas con frutales mayores y menores corresponden a apenas un 4% de la superficie frutícola nacional, el potencial de crecimiento en superficie y valor agregado es enorme. Crecientes inversiones en proyectos de riego, el aumento de masa crítica técnico-profesional del rubro, el incremento de la investigación en especies y variedades de frutas y nueces de alto valor permiten augurar un prometedor futuro del sector. El acercamiento "virtuoso" entre el sector público y privado y la nueva institucionalidad, como la creación del cluster frutícola y la nueva Corporación para el desarrollo productivo de La Araucanía son ejemplo de que una "Araucanía Frutícola" es posible par pequeños, medianos y grandes emprendedores.
Breve reseña del recién desigando Gerente de Araucanía Frutícola
Francisco Suter es Ingeniero Agrónomo de la Universidad de Chile, con mención en manejo de Suelos y Aguas y posgraduado en Desarrollo y Colaboración Internacional en la Politécnica de Zurich. Los últimos 6 años se desempeñó los últimos 6 años como colaborador científico del grupo hortofrutícola del Instituto de Investigaciones para la Agricultura Orgánica (FiBL) de Suiza, especializándose en la investigación frutícola aplicada. Específicamente, se desempeñó como jefe y colaborador en proyectos relacionados a la prueba de variedades y portainjertos, control de malezas, manejo de suelos y fisiología en berries, pomáceas y carozos. Anteriormente, Francisco fue jefe del Departamento de Desarrollo Rural de la comuna de Combarbalá, cargo que desepeñó por 6 años. Este departamento fue creado en marco de un Proyecto de Desarrollo de Comunas Pobres (PRODECOP) de la región de Coquimbo. Su actividad en dicha comuna se concentró técnicamente en el desarrollo de proyectos de riego y establecimiento de empastadas, siendo los principales temas transversales el desarrollo organizacional, gestión de información y proyectos financiados con otras herramientas de fomento estatal, como la ley de Riego 18’450, el Programa de Recuperación de Suelos Degradados y otros principalmente asociados a INDAP.